La Segunda Enmienda

La mayoría de la gente cree que la Carta de Derechos les otorgó el derecho de tener un arma en 1791. En realidad  no fue hasta el 2008, cuando la Suprema Corte de Estados Unidos decidió en el caso Distrito de Columbia v. Heller que un individuo tiene el derecho de poseer un arma de fuego para uso legítimo personal, que la interpretación de la Segunda Enmienda se consolidó. El caso Heller solo aclaró parte del problema. Evito que el Gobierno Federal creara y ejecutara leyes que evitaran la posesión de armas. El caso McDonald v. Chicago  fue el que provocó que la Suprema Corte de los Estados Unidos extendiera esta libertad al evitar que Estados y Municipalidades crearan y ejecutaran leyes que prohibieran la posesión de armas.

            También es importante entender que la Segunda Enmienda no es absoluta. Eso significa que hay excepciones. La corte ha aclarado que las siguientes restricciones para la posesión de armas todavía son válidas: (1) No todos debe tener permiso de poseer un arma. Ese derecho puede suspenderse para criminales y personas con enfermedades mentales, por ejemplo. (2) No se puede portar armas en cualquier lugar. Hay leyes que prohíben la portación de armas en lugares “sensibles”, tales como: escuelas y edificios gubernamentales. (3) Puede haber ciertas restricciones a la venta de armas. Todavía se permiten leyes que imponen condiciones en cuanto a los requisitos necesarios para la venta comercial de armas de fuego. (4)Pude haber normas y leyes que prohíban ciertos tipos de armas tales como escopetas de cañón corto y armas automáticas. (5) Finalmente, leyes que prohíben la portación de armas ocultas siguen siendo válidas (al menos hasta que sean impugnadas ante la Suprema Corte)

            Sorpresivamente,  el último fallo en el caso Caetano v. Massachusetts ratificó la decisión tanto de Heller como la de McDonalds para incluir todos los elementos que constituyen armas portables, aun aquellas que no existían cuando se escribió la Segunda Enmienda. Esto significa que las armas de electrochoque también están protegidas bajo la Segunda Enmienda. Va resultar muy interesante ver qué sucede con estas decisiones cuando la esencia de la Suprema Corte cambie con el nombramiento del remplazo del Juez Scalia. ¿Se seguirá protegiendo a la Segunda Enmienda? O ¿Será desmenuzada hasta que sólo quede muy poca protección para las personas que poseen armas? Solo el tiempo lo dirá.